21 de enero de 2010

Imanol Sánchez opina

A finales de año se votó en el Parlamento de Cataluña una controvertida Iniciativa Legislativa Popular para acabar con la fiesta de los toros. La votación fue favorable a la propuesta y sigue el curso parlamentario.

Imanol Sánchez escribe un texto en su blog en el que defiende su postura.

El 18 de diciembre de 2009, podría ser recordado con el principio del fin de los toros en Cataluña, por la ILP presentada por las asociaciones abolicionistas, en el Parlamento Catalán.

Propuesta que en absoluto compartimos los taurinos, ya que se nos priva de un derecho en esa comunidad, acto más propio de los estados dictatoriales y totalitarios que de los estados democráticos. Parte de culpa la tiene el terreno político, primero empezando por este Gobierno de España que tenemos en la actualidad, por dar competencias que jamás, debían haberse desvinculado del Gobierno de la Nación, y nunca jamás haberse transferido a las comunidades autónomas. Como es el caso de la TAUROMAQUIA entre otros.

Primero se dio libre potestad a cada comunidad para modificar a su gusto los reglamentos taurinos, acto que con el tiempo ha demostrado ser más ineficaz que eficaz, ya que todos los profesionales que estamos involucrados en el mundo del toro, nos hemos dado cuenta, que dependiendo de en qué comunidad se toree hay que ajustarse a unos parámetros o a otros, por eso el reglamento taurino jamás debería haberse modificado en cada comunidad, y por ello ha de proponerse que se vuelva a usar el reglamento taurino nacional, y eliminarse el resto, para que de esta manera no haya diferencia alguna entre regiones.

En segundo lugar, los asuntos que competen a toda la nación española, deberían de plantearse en el Parlamento de España, y no en los autonómicos, pues esto no hace nada más que sembrar diferencias entre las regiones, cuando todos vivimos bajo una misma bandera, y provoca la discriminación de unos, como es el caso de Cataluña con la tauromaquia.

Podríamos entender los taurinos, aunque no compartamos en absoluto, que por la integridad del animal, se eliminara la parte que a priori pareciera más cruel, como es el caso de las banderillas, la puya y la espada, pero jamás entenderemos que se intente prohibir la parte artista y la esencia del toreo que no es otra que la de engañar a un toro bravo, que lucha por su supervivencia, y no rehuye a la lucha (por lo tanto ya no puede ser considerado tortura), con un "trapito" o en el caso de los recortadores a cuerpo limpio.

Reprochar contundentemente en este aspecto al Presidente del Gobierno de España, D. José Luis Rodríguez Zapatero, que respeto el que no le guste la tauromaquia, pero lo que es inaceptable, es que a la petición de varios estamentos taurinos, de tener una reunión con él, no se haya dignado ni a dar una simple excusa sobre el porqué no los quiere o puede atender, una falta de profesionalidad y de decencia de este señor, que probablemente pasará a la historia como el peor presidente del gobierno que ha tenido España, hemos de recordar, que lo que a toda la población española le ha costado años y años de trabajo levantar, este señor lo ha destruido en 4 días.

Así pues concluiré este artículo de opinión reprochando y obligando al Gobierno Nacional, a implicarse en el tema de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, ya que se trata de una violación de derechos de parte de la sociedad catalana, que aunque a día de hoy sea minoritaria (hemos de recordar el hincapié que durante estos años ha ido haciendo la administración catalana, bajo mandato de nacionalistas, para ir discriminando a los taurinos) no deja de ser gente a la que se ha de respetar.

Imanol Sánchez
Novillero

No hay comentarios:

Publicar un comentario